Lo único seguro

Cuando llegamos a este mundo siendo niños o niñas, vemos la vida con mucha alegría y ni cuenta nos damos de que dentro de la vida, coexiste la muerte…A veces ella se lleva una mascota y nos entristece profundamente, pero en nuestra inocencia infantil…pronto la olvidamos.

A medida que vamos creciendo van desapareciendo de nuestra vida, los seres queridos y la muerte pasa a ser un estado de incógnita insospechada, pues puede llevarse a cualquiera y en un momento inesperado…vemos morir abuelos, tíos, hermanos y hasta es posible que no nos acompañen por mucho tiempo nuestros padres.

Pero ¿qué es la muerte? ¿Por qué ocurre? ¿Qué nos sucede cuando morimos? ¿Por qué le tememos a la muerte? Son muchas preguntas y hay muchísimas respuestas según las diferentes ideologías filosóficas y religiosas de los hombres. Para el Cristianismo, religión abrahámica basada en Jesús de Nazaret, la muerte es el final de la vida, la separación del espíritu del cuerpo. Ya que es el espíritu quien le da sustancia al cuerpo, al abandonarlo, el cuerpo queda sin el aliento de vida y muere. Cuando morimos ya el cuerpo queda sólo, como una masa de carne y huesos, sin vida, sin su espíritu pues ya ha salido del cuerpo.

Le tenemos miedo a la muerte, por variadas argumentaciones pero la más razonable es que aún no hemos visto con nuestros propios ojos a alguna persona, levantarse de la tumba, como expresan algunas religiones, y volver a la vida. Además de la incertidumbre en que se debate entre los conceptos de la resurrección y la reencarnación.

Lo cierto es que desde que se nace, lo único seguro es la muerte, ella nos persigue a cada paso y a veces nos sorprende hasta bajando por una escalera o con una imprevista enfermedad que muchas veces aparenta ser curada pero permanece en el organismo para ir agotando poco a poco la salud del enfermo hasta terminar con su vida. Ese hecho se repite continuamente. Hoy le toco a Venezuela, hoy estamos de luto, una enfermedad traicionera y silenciosa apagó la vida de un ser humano muy especial, un ciudadano ejemplar, nuestro Presidente de la República. Es un día trágico y triste. Paz a sus restos.

Esperanza Azevedo O.
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