lunes, 11 de marzo de 2013

La Delicia de Ser Mujer




Cuando Dios creó al hombre y a la mujer…primero creó al hombre y luego perfeccionó su obra, creó a la mujer. Bueno, eso dicen muchas mujeres feministas.
De la misma manera, otras dicen que el hombre es la cabeza de la pareja (para pensar, supongo yo) pero que la mujer es el cuello (para mover la  cabeza y hacerla actuar).
Otras fuentes dicen que cuando Dios creó al hombre, le dio una compañera y le dijo que ella no estaría detrás de él, ni delante de él sino a su izquierda muy cerca de su corazón, para guiarlo con ternura, con amor, con lo hermoso del sentimiento… Así pues que para Dios ambos, hombre y mujer son iguales a su vista.
En la Biblia en el Génesis 1:27 se puede leer: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”, reafirmando así que la imagen de Dios, se refleja en ambos géneros por igual, esta acción de la creación dignifica a la mujer, que desde siempre ha sido vituperada, minimizada, atacada, despreciada, maltratada por algunos hombres y desde luego, en muchas regiones del mundo la agreden y hasta la ofenden desde niña por el sólo hecho de haber nacido mujer. La ignorancia de muchos se destaca al no comprender que la imagen del Omnipotente no se logra reflejar sólo en el hombre, sino en la unión simbiótica entre el hombre y la mujer.
La mujer venezolana en los últimos años ha sido reconocida como poseedora de inteligencia y disposición sin igual para lograr grandes hazañas en labores organizativas, grupales, económicas, políticas, deportivas, del ejército y en cualquier ámbito donde se desenvuelva, no sólo como madres y/o amas de casa, sino también como profesionales de todo tipo. Se hace necesario destruir el etiquetados de menosprecio a la mujer y consolidar su posición en la sociedad venezolana. Mujeres, disfrutemos con alegría, la delicia de ser Mujer, honremos y hagamos respetar nuestro género con dignidad y además, valoremos vivir en este hermoso país, Venezuela, donde todas podemos resaltar no sólo por nuestra hermosura física sino por nuestro ejemplar compromiso en la construcción de un país más democrático.


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