viernes, 12 de abril de 2013

Qué pena de juventud!!!

Este joven es muy maduro, pero ya es el desenlace de lo que
pretendo denunciar




Quisiera referirme hoy a la Educación Familiar que nuestra juventud está recibiendo en sus hogares, de sus padres, de sus familiares, cuidadores y de todos los que poco a poco están enseñándoles a ser personas desde pequeños.
Es que a veces me parece que los educadores primarios de los niños y niñas ya no están poniéndoles reglas en sus hogares y los muchachos van acostumbrándose  a hacer cosas que muchas veces ni saben si son buenas o no…por ejemplo, llegan a casa con objetos que no son suyos y ni les comentan a sus padres sino que se los guardan y si son descubiertos dicen que lo encontraron y ahora ese objeto es “suyo”…pero es robado.
Entran y salen de casa sin avisar a su familia o se escapan temprano de clases y como ya se sienten “mayorcitos” vagan por el centro de la ciudad, uniformados y haciendo desastres con sus amigos y colegas. Cuando hablo de desastres me refiero a que comienzan a fumar, a hacer burlas y risotadas en el transporte público, a decir palabrotas o faltar el respeto a las personas mayores que les “llamen” la atención. ¿Qué es lo que estamos formando? ¿Qué tipo de nueva generación o de relevo se está criando en nuestros hogares o en nuestras calles?
Hace pocos días tuve la penosa oportunidad de encontrarme con un espectáculo digno de muchos sentimientos encontrados en mi alma,  lástima, rabia, impotencia me dió al ver tantos jóvenes menores de 18 años bebiendo sangría, ron, cerveza y fumando en lo que fue un mitin político. Sin duda en esa concentración en Mérida casi un 60% de los asistentes eran chamos y chamitas de liceo. Qué dolor!! Si ni siquiera tienen derecho a voto...y estaban allí enredados en el vicio y la agresión que se formó al término de la concentración. ¿Dónde estaban los padres de estos jóvenes que les permiten asistir a estos eventos y realizar tantos desmanes? ¿Qué va a pasar en el futuro próximo con nuestros jóvenes de hoy? Muchos serán bachilleres y hasta ingresen a la Educación Universitaria, los más podrán aparecer muertos en cualquier esquina de nuestra ciudad por problemas de droga o por ajustes de cuentas…Siento que es hora ya de parar esta situación y ponerle mayor atención a nuestra juventud, disciplina y amor por parte de sus familiares que no les atienden pero también de sus docentes que muchas veces no les escuchan y se sienten satisfechos con darles sus horas de clase y evaluar agresivamente la memoria del estudiante. Hay mucho que decir de este tema y quisiera sus opiniones al respecto. Estoy muy afectada por esta situación.

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